En tiempos donde el café deja de ser solo una bebida y se convierte en ritual, experiencia y marca país, el lanzamiento de Santiago 510 por parte de BioCubaCafé marca un hito en la resignificación de la cultura cafetalera cubana. Inspirado en el aniversario 510 de la Ciudad Héroe, este café de autor no solo presenta un perfil aromático ligado a su terroir oriental, sino que también introduce una narrativa estética y comercial alineada con las nuevas tendencias globales del café de especialidad.

Desde su empaque de 125 gramos con un diseño original, hasta el modelo de distribución digital con control de unidades por usuario, Santiago 510 adopta códigos contemporáneos de exclusividad, trazabilidad y consumo ético. Más aún, el destino social del 3% de sus dividendos hacia el desarrollo territorial, hecho que refuerza una imagen de marca comprometida y sostenible, tan demandada por los públicos actuales.
Para los restaurantes y cafeterías de Cuba que aspiran a ofrecer experiencias sensoriales integrales, integrar Santiago 510 en sus cartas representa mucho más que sumar un café: es incorporar un producto que conecta con la identidad regional, la historia y el diseño emocional del espacio. Desde su perfil de sabor hasta su relato visual, Santiago 510 puede articularse en catas dirigidas, maridajes temáticos o rituales de servicio con storytelling inmersivo.

La clave está en concebir su consumo como un acto experiencial, al estilo de las barras especializadas que ya florecen en otras capitales latinoamericanas. Buscando experiencias de degustación que sugieran un viaje multisensorial.