Un reportaje publicado en el diario Wall Street Journal se refería a las preferencias gastronómicas de turistas que llegan a Cuba. “Pregunte a un turista estadounidense planeando un viaje a Cuba qué espera comer allí y muchos responderán que un sándwich cubano, una creación norteamericana”, señalaba el periodista.
Los restaurantes más aclamados, como La Guarida y El Cocinero, están elegantemente montados, algunos con vistas impactantes, un servicio exquisito y precios gourmet, con solo referencias de paso a la herencia culinaria cubana.
El autor del reportaje del WSJ dice que el chofer que lo transportaba lo llevó a un lugar cerca del aeropuerto José Martí, muy concurrido, La Lechonera, porque se servía “pan con lechón”, que es una suerte de sándwich con masas de puerco asado, cebollas, aliño de limón o vinagre y salsa picante.
Esta comida, compartida con choferes de autos y camiones, fue la que en opinión del autor lo satisfizo completamente. Los precios oscilaban entre un CUC (25 pesos) y el más caro 1.60 CUC o 40 pesos, lo que para los cubanos es aceptable y la recompensa gustativa inmejorable.
Es cierto que por todos los Estados Unidos, el Caribe y Latinoamérica, la imagen de la culinaria tradicional cubana está ligada con el sándwich o emparedado cubano.
Aunque son similares a los sándwiches normales de jamón y queso, la combinación perfecta de sabores y el calor crujiente que les da la parrilla los convierten en sándwiches celestiales.
No queda claro si ese emparedado nació de manos cubanas, pues algunos lo atribuyen a españoles o hispanos residentes en Estados Unidos. De quién fue la idea y donde fuera que empezó la tradición, lo cierto es que muy pocos paladares se resisten a los encantos del sándwich cubano.
Emparedado o bocadillo cubano
Ingredientes
Un pan cubano, francés o italiano
Mostaza amarilla
8 o 10 rodajas de pepinillos escabechados al eneldo
2 rodajas de queso suizo
4 rodajas delgadas de jamón con sabor suave
4 rodajas de cerdo al horno (o una pila de carnitas de cerdo)
Mantequilla
Sandwichera, plancha para paninis, waflera u otra herramienta para hacer sándwiches
Aceite en aerosol (opcional)
Preparación
Corte el pan a lo largo. Deje intacto un borde largo del pan para que el sándwich quede más ordenado. Frote un poco de mantequilla en el lado exterior del pan para evitará que se pegue a la sandwichera.
Unte 2 cucharadas (30 ml) de mostaza amarilla en ambos lados del pan. Cubra con el queso ambas mitades del pan.
Corte en ocho o diez rodajas largas y delgadas dos pepinillos grandes escabechados al eneldo y colóquelas en un lado del sándwich. Doble cuatro rodajas muy delgadas de jamón y póngalas sobre los pepinillos.
Caliente a fuego lento varias rodajas de cerdo al horno en una sartén y luego agréguelas al sándwich. Los ingredientes principales de la salsa son el ajo y la naranja agria.
Caliente la sandwichera o una herramienta similar. Cuando la plancha esté caliente, coloque el sándwich y presiónelo hasta que quede de un tercio de su grosor original. Caliéntelo hasta que el pan esté dorado y un poco crujiente, y el queso se haya derretido. Por lo general, lleva dos o tres minutos de cada lado.