Caibarién y su salsa de perro

Los moradores de Caibarién, ciudad costera de la central provincia de Villa Clara, presumen, entre otras cosas, de vivir en la tierra donde se inventó la afamada “salsa de perro”, una de las delicias de la gastronomía local y hasta nacional que ningún forastero visitante de sus predios debe perderse.

Este plato de nombre tan peculiar no tiene nada que ver con cierta sopa de perro coreana, bastante conocida por paladares gourmets en el mundo, confeccionada a base de auténticos ejemplares de la raza canina. Para gustos…

La salsa, caldo cremoso o sopón de Caibarién, tuvo como componente principal en sus inicios el llamado pez perro, abundante en aguas de la zona, junto a rebanadas de papas, harina, aceite, vinagre, sal, cebolla, ajos y otras especias naturales a gusto. El tal pez le dio el nombre que lo hizo famoso por lo enigmático o picaresco. Hace mucho tiempo se emplea en su confección otros tipos de pescado como cherna, pargo o cubera. Igual de exquisito con esas especies marinas de las profundidades del trópico.

Cuenta la tradición que la salsa de perro nació en los fogones del hotel España, un establecimiento creado por ibéricos en 1912, dotado con un restaurante muy concurrido entonces por ofertar platos de la cocina hispana y criolla: para todos los paladares.

Cierta noche tormentosa de 1912, un fatigado viajero llegó muy tarde a las puertas del hotel y pidió albergue y comida. Estaba Demetrio, uno de los propietarios, junto a su coterráneo Constante, por cerrar. “Que no se diga, hombre, pase”, acabaron por acceder. Demetrio se hizo cargo de componerle al huésped un guiso improvisado con restos de lo que quedaba en diferentes ollas y calderos.

Resultado, un sopón de pescado, en este caso masas de pez perro, muy nutritivo, cremoso y saciante, debido a las viandas o la bechamel, quien sabría ahora. Muy sabroso. Al preguntar de qué se trataba, el forastero oyó a sus hospederos decirle muy campantes: Se llama salsa de perro.

Caibarién comparte el apelativo de Villa Blanca con el de la también marinera, pero oriental Gibara. Es famosa por sus cangrejos comestibles y su intensa vida marítima. Es la ciudad más próxima a Cayo Las Brujas, Cayo Santa María y Cayo Ensenachos, isletas de virginales playas, lugares paradisíacos, acariciados por las aguas del Canal Viejo de Las Bahamas.

El pedraplén Caibarién-Cayo Santa María —carretera de piedras que une tierra firme e isletas— obtuvo el Premio Internacional Puente de Alcántara, galardón de gran importancia a nivel internacional, muy estimado.

El Festival Acuático que cada verano celebran los naturales de Caibarién tiene un gran lucimiento, con su desfile de embarcaciones engalandas y los veleros de la Academia provincial radicada en el litoral de Caibarién.

Son festejos que cierran de manera grandiosa la etapa estival, con celebración especial el 29 de agosto. Casi siempre se desarrollan en el malecón de Caibarién e involucran de manera masiva y gozosa a toda la población. Uno de los jolgorios más auténticos y representativos de lo que es el sentir de los pueblos costeros o del litoral en esta Isla.

One comment on “Caibarién y su salsa de perro”

  1. Esto me recuerda a mi mascota de la infancia, de la cual me viene toda la fascinación que tengo con los animales.
    Era una perrita llamada Edísa de raza kai que adoptaron mis tios
    en Badajoz. Un animalito muy travieso.

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