La personalidad a través de una pizza

Oriunda de Italia, la pizza es en nuestros días uno de los platos más universales. Figura en la carta de restaurantes de los más disímiles lugares, con los más diversos ingredientes y formas de preparación, y también se cocina en muchos hogares.

 

Hay asimismo variadas formas de comerla. Cada persona tiene sus costumbres de enfrentarse a una pizza y así este sabroso alimento se convierte en una suerte de test para conocer la personalidad del comensal.

El madrileño restaurante Francesco’s tiene un estudio sobre cómo se disfruta una pizza, que ofrecemos a continuación.

 

Te comes el borde: Eres una persona decidida, tradicional, un fan incondicional de la pizza hasta tal punto, que de no ser porque la caja es de cartón, lamerías las esquinas de queso y tomate hasta sacarles brillo. Porque un pedazo de pizza no se acaba donde termina el queso, la masa es algo jugoso de lo que también se pude disfrutar, ¿no?

No te comes el borde: Entonces eres de los que hacen distinción entre la vida “con” y “sin” sabor. Eres una persona que sabe lo que quiere y va a por ello, dejando de lado toda distracción y disfrutando de cada pequeño detalle. La combinación de ingredientes y texturas te resulta tan sabrosa, que bien podrías considerarla un pecado capital.  

Lo mejor para el final: puede que sea por guardar lo mejor (el condimento) pero ¿quién demonios es capaz de resistirse a la punta chorreante, sabrosísima y llena de queso del primer trozo de pizza? Mucha gente, y son personas decididas, con una gran personalidad y a menudo la necesidad de llamar la atención con sus gestos y acciones.

Los que doblan las rebanadas: Al parecer, las personas que pliegan sus rebanadas no tienen miedo de ensuciarse las manos. Y suelen hacer esto para ahorrar tiempo. Dichas personas son prácticas y evitan las complicaciones.

Los bordes de postre: Hay una pequeñísima parte de la población que se deleita con cada bocado de su suculenta y sabrosa pizza, dejando apartados todos y cada uno de los bordes, perfectamente cortados y alineados a un lado del plato para saciar las ganas de más al final… Quizá incluso con el toque de algún aderezo como salsas o algún otro ingrediente. Porque con la pizza, nada es suficiente.

 

Con cuchillo y tenedor: Las personas que usan los cubiertos para comer su pizza son estables, tranquilos, organizados y metódicos. Por supuesto, son educados y protocolarios, y se aseguran de que todo el mundo tiene su porción de pizza antes de coger la suya. 

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