En una época donde la cocina globalizada compite por atención, El Paladar —un restaurante cubano en Zaragoza— demuestra que los sabores auténticos no pasan de moda. Fundado en 2014 por el matrimonio hispano-cubano José Luis Simón y Nereida, este local se ha convertido en un santuario para la diáspora cubana y en una ventana gastronómica para los españoles curiosos.

¿Por qué triunfa?
Autenticidad: Las recetas de Nereida, de origen cubano, son el alma del negocio.
Innovación: Creaciones como la ensalada de aguacate con mango y vinagreta de miel o los huevos rotos al palenque (con yuca en lugar de patata) muestran su capacidad para reinventar sabores tradicionales.
Ambiente: Decoración inspirada en La Habana Vieja, música cubana en vivo los viernes y sábados, y anécdotas de figuras como Chucho Valdés, quien tiene un plato dedicado en el menú.
Platos estrella que definen El Paladar.
Ropa vieja con yuca: Carne desmenuzada con salsa criolla, acompañada de yuca frita.
Tamales cubanos: Masa de maíz rellena de lechón y chicharrones.
Plato “Chucho Valdés”: Vaca frita con tostones, arroz y aguacate, en honor al pianista ganador de 13 Grammy quien los ha visitado.
Tostones y mariquitas: Crujientes láminas de plátano maduro frito.
“El sazón es lo que marca la diferencia”, afirma José Luis.
Una historia de amor y gastronomía.
El origen de El Paladar está ligado a la vida de sus dueños:
José Luis viajó a Cuba hace 20 años tras ver un anuncio de El Corte Inglés. Allí conoció a Nereida, con quien se casó para poder sacarla del país.
Sus hijas, Azul y Enamaría, son parte fundamental del proyecto. De hecho, Enamaría tomará pronto las riendas del restaurante.

Música y anécdotas: El toque final.
Grafiti de Celia Cruz en la fachada y fotos de La Habana en las paredes.
Música en vivo: Los fines de semana, el local se llena de ritmos cubanos que, según José Luis, “acaban convirtiendo las quejas en baile”.
Mission Hispana: El dueño fue percusionista de este grupo de rap, lo que explica su pasión por la música.
El futuro: Tradición en buenas manos.
Con la jubilación de José Luis cerca, Enamaría asegurará la continuidad del negocio, manteniendo vivo el legado de sus padres.
“La gente se va contenta y yo me lo paso muy bien”, dice José Luis. Y esa filosofía, mezclada con sazón cubano y hospitalidad aragonesa, es la receta perfecta para 12 años de éxito.
🔗 ¿Quieres saber más sobre gastronomía cubana? www.restaurantesencuba.com/noticias/
Publicación redactada con información de El periódico de Aragón.