La edición 18 de la Feria Internacional del Vino confirmó el interés de Cuba de hacer de la gastronomía un valor importante de la oferta turística del archipiélago caribeño.

El desarrollo del turismo necesita de buenos vinos, dijo en este sentido el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Omar Fernández, quien resaltó la celebración de estas jornadas, a las que acuden productores, comercializadores, especialistas, distribuidores, vendedores y consumidores.

Al ya tradicional evento, que tuvo lugar del 12 al 14 de octubre en el Hotel Nacional de Cuba, insignia del turismo en el país, asistieron 11 bodegas y empresas comercializadoras del sector, algunas de ellas por primera vez, como la húngara Tokay.

Entre los países representados con sus vinos estuvieron España, Italia, Hungría, Portugal, Estados Unidos, Francia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Chile y Argentina.

Charlas, presentaciones, catas e intercambios sobre cultura vitivinícola en el mundo formaron parte del programa de la Fiesta del Vino, durante la cual expertos extranjeros coincidieron en señalar la creciente importancia del mercado cubano para estas bebidas.